La Acromegalia es una enfermedad crónica en personas de edad entre los 40 y 60 años, aunque puede aparecer en niños y adolescentes antes de finalizar el crecimiento, como también en la tercera edad. Aparece en ambos sexos y mas frecuente en mujeres que en hombres. Esta enfermedad se produce por la existencia de un tumor benigno en la hipófisis, en la mayoría de los casos, y también por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento, que se produce en la glándula pituitaria y que da lugar al crecimiento de dicho tumor.
No hay que confundir la acromegalia con el gigantismo, este presenta excesivo crecimiento de los huesos antes de la pubertad y la acromegalia se relaciona con la aparición de una neoplasia (tumoración) benigna en la glándula pituitaria, lo que provoca un crecimiento anormal en las extremidades del adulto.
El cuadro clínico que presenta esta enfermedad está caracterizado por un crecimiento exagerado de los huesos de la cara, mandíbula, manos, pies, cráneo y también por un agrandamiento de las vísceras y otros tejidos blandos como el tiroides, el riñón y el corazón.
El cuadro que presenta es de facciones grandes y exageradas en la mandíbula, mentón, separación de los dientes, nariz exagerada, orejas, labios, lengua, senos frontales, pies y manos grandes, piel engrosada, voz ronda, dolores de las articulaciones, fatiga (astenia), ciclos menstruales irregulares en las mujeres e incluso producción de leche materna fuera de la lactancia, impotencia sexual en los hombres y disminución de la libido en ambos sexos, también cardiomegalia, hipertensión arterial, aterosclerosis, tendencia mayor a la diabetes, dolor de cabeza intenso, hormigueos, dolor y disminución de fuerza muscular en una o en las dos manos.
La presencia de acrocordomas en las axilas, pecho o cuello indica probables pólipos en el intestino grueso, que deben ser estirpados para prevenir su transformación en cáncer.
Ante la sospecha de esta enfermedad, su médico le hará los análisis de hormonas en sangre pertinentes.
TRATAMIENTO CON REIKI.
Hacer un tratamiento completo, deteniéndose por mas tiempo en las partes afectadas. Tratar cabeza, occipital, frente, cuello, pecho, estómago, intestinos, páncreas, riñones, articulaciones de brazos y piernas y cualquier abultamiento visible por mas tiempo.
